Seguro que has escuchado -y dicho- en multitud de ocasiones aquello de “el talento es nuestro principal activo”. Pero, ¿lo estás gestionando realmente como un activo?
Te propongo un experimento. Llama a la persona que tenga la máxima responsabilidad sobre el talento en tu organización: Chief People Officer, Director/a de Recursos Humanos…. Quien corresponda. Pregúntale cuál esel valor real, en euros o dólares o tu moneda local, de ese activo.
En el 99% ciento de los casos, no sabrá qué responder. Te podrá mostrar información como la cifra de la masa salarial o de los beneficios sociales… pero eso no es lo que necesitas saber.
Si en el activo de tu compañía hay un inmueble, no quieres saber solo sus costes de mantenimiento, ni los impuestos que debes pagar. Quieres conocer cuál es su valor de mercado actual y qué aporta realmente al balance.
Y, por supuesto, quieres tener proyecciones de cuál será su valor en el futuro, si puedes hacer algo para incrementarlo, como hacer una reforma, por ejemplo.
¿Por qué no gestionamos así nuestro principal activo? ¿Por qué no sabemos qué aporta a nuestro balance, a nuestro negocio, a nuestro presente y a nuestro futuro?
La gestión de personas es, probablemente, la función del mundo empresarial que peor -en cantidad y calidad- utiliza los datos. Se toman decisiones muy importantes en base a “sensaciones”.
¿Qué sucedería si contases con una herramienta capaz de decirte, en base a datos reales y objetivos, cuál es el coste y la aportación de valor real, en dinero, del talento de tu organización?
Y si además fuese capaz de darte las claves para maximizar el valor de ese activo y predecir su evolución en el futuro…
No es ciencia-ficción. Eso es, exactamente, lo que hacemos en DATHUM.
El proceso es extremadamente sencillo: cada miembro del equipo dedica diez minutos a ordenar una serie de elementos y, en base a sus respuestas, nuestro algoritmo -desarrollado tras una década de investigación-es capaz de generar diferentes tipos de informes: para la toma de decisiones globales, para cada líder de equipo y para cada profesional de la organización.
Además, nuestro análisis calcula, en dinero, el coste de la desmotivación y falta de compromiso en la plantilla y ofrece las claves para atacar los problemas directamente e implementar planes de acción que incrementen la aportación de valor del talento.
Una de las claves del éxito de DATHUM es que analiza tanto los aspectos extrínsecos como los intrínsecos. Y son estos últimos los que “mueven la aguja” de la motivación y el compromiso. Pero, además, tienen una ventaja adicional: actuar sobre ellos no supone inversión económica, sino -sobre todo- ofrecer a cada manager o responsable de equipo las claves para mejorar sus capacidades de liderazgo y, por tanto, de incrementar el nivel de motivación y compromiso.
A las organizaciones, les permite conocer cómo son las personas que la componen, cómo es su cultura corporativa y su estilo de liderazgo. Asimismo, aspectos como la seguridad psicológica de los equipos, la diversidad cognitiva, la capacidad de transformación o de innovar de la organización, son aspectos que DATHUM traduce a números. Esa información es fundamental para el proceso de selección de nuevo talento: entender qué tipo de profesional encaja mejor en cada área, permite evaluar el “cultural-fit” o encaje cultural de cada candidatura y, de esta manera, valorar cuál será su desempeño, no solo en el momento de su incorporación, sino su evolución a lo largo del tiempo.
Eso es lo que convierte a DATHUM en una herramienta única: su capacidad de proyección del futuro. Esa capacidad no solo para calcular el coste real de la desmotivación, sino también para entender su evolución en el futuro y qué palancas pueden disparar la activación del talento.
Porque una de las hipótesis que han confirmado los proyectos que ya hemos implementado tanto en grandes multinacionales, como en empresas medianas, pequeñas, startups y diferentes entidades de la administración pública, es que hay tres niveles de activación de talento que tienen otros tantos impactos en su aportación de valor a la organización.
Los datos con los que ya trabaja DATHUM nos permiten calcular el coste de oportunidad que generan las organizaciones en su gestión de personas, donde podemos diferenciar tres tipos de profesionales: Quienes hacen perder dinero a las compañías, profesionales cuyo activo emocional presenta márgenes de mejora y por último las personas que hacen ganar dinero a las organizaciones. Esta distribución del talento se presenta en forma de campana de Gauss y en ambos extremos de la campana se producen dos fenómenos. En la parte más baja, las personas desmotivadas no sólo no generan los retornos esperados de ellas, sino que seconvierten en un coste adicional, por su impacto negativo en el grupo. En ellado contrario, el efecto también es el opuesto: las personas con un alto nivel de motivación generan retornos adicionales, que van más allá de su desempeño.
Habrá quien piense: “esto ya lo sabíamos”. Pero no es cierto. Una vez más, en la gestión de personas confundimos “intuición” con “conocimiento”. DATHUM no solo demuestra esta hipótesis, sino que además la cuantifica en el plano económico. Es decir, con DATHUM puedes saber cuánto te está costando -más allá de la falta de desempeño- el talento desmotivado; y cuánto está aportando -más allá de su alto desempeño- el más motivado. Al posibilitar el entendimiento de la organización, genera datos predictivos que incorpora la función de gestión de personas en el debate estratégico.
De igual manera que un plan financiero, tecnológico ocomercial -por poner sólo tres ejemplos- serían inaceptables si se basasen en intuiciones y sensaciones, en lugar de hacerlo en datos reales y medibles; ha llegado la hora de generar y medir las estrategias de gestión del talento en base a datos, a sistemas algorítmicos predictivos de análisis de la activación del talento.
Ha llegado el momento de que puedas preguntar a tu equipo de gestión del talento cuál es el valor real, en euros o dólares o tu moneda local, de ese activo y recibas una respuesta válida. Ha llegado el momento de entender que el mejor activo de la organización no puede ser gestionado de forma menos objetiva, realista y con la mirada puesta en el futuro, que cualquier otro. Ha llegado el momento de DATHUM.